Los argentinos, bien arriba en los gastos de recreación y cultura en América LatinaUna encuesta de Euromonitor ubica al gasto per capita de nuestros habitantes en 147,9 dólares anuales. Representa más del doble que chilenos y venezolanos, quienes siguen en la lista. Para 2010, los pronósticos hablan de reactivación y un incremento fuerte de este tipo de consumo en los países de la región.
Si de gastos en deportes, cine y ocio se trata, la Argentina hace punta en el subcontinente y por mucha ventaja. Cuando termine este año, cada habitante de nuestro país habrá invertido en promedio unos 147,9 dólares en estas actividades, sumando un total de 5.967,9 millones de dólares en todo el país.
La cifra equivale a un 30 por ciento del gasto latinoamericano en diversión, que juntos, gastaremos unos 20.000 millones de dólares en recreación y cultura en 2009, cifra similar o superior al producto interior bruto de países como Bolivia, Panamá o Ecuador. Los datos surgen de una estudio realizado por la consultora Euromonitor International, publicado por DPA, que en todos los casos destaca el alto nivel de consumo argentino. Mucho más atrás aparecen Chile y Venezuela, con un gasto per cápita de 58,5 y 54,5 dólares en deportes y servicios recreativos.
Brasil y Colombia, en cambio, suman un gasto en torno a los 35 dólares por persona. Debido a un ingreso por cápita más pobre, en torno a unos 8.000 dólares por paridad de compra, Ecuador y el Perú tienen gastos mucho más bajos que el resto de los países.
De cara al futuro, con la reactivación económica en ascenso a partir de 2010, las economías latinoamericanas incrementarán con fuerza su gasto en ocio, en categorías como deportes, carreras de caballos, juegos de pin ball, esquí, baile, cine, teatros u óperas. Pero nuevamente será Argentina el centro del ocio, según Euromonitor Intenational, cuya sede para América Latina opera en Chile.
En cifras, los argentinos aumentarán a 9.460 millones de dólares su gasto en inversión al año 2015, apenas por debajo de los 10.398 millones de dólares de Brasil, pese a su diferencia de población.
Por Mauricio Weibel. Dpa.
