Crecen los trastornos del lenguaje en los chicos
Por exceso de horas frente a la TV, cada vez más imitan el modo de hablar de los dibujos y series dobladas.
Por exceso de horas frente a la TV, cada vez más imitan el modo de hablar de los dibujos y series dobladas.
“Sol repetía la frase: ‘De fábula, viejo’ y yo no entendía de qué se trataba, hasta que me di cuenta de que es lo que dice Bart Simpson todo el tiempo”, relata Marcela, mamá de uno de los 5.000 chicos que realizaron consultas en lo que va del año en hospitales públicos bonaerenses por trastornos del habla. Para los especialistas, la falta de diálogo entre padres e hijos y la sobreexposición a la televisión atentan contra el desarrollo del lenguaje en los niños más pequeños y genera trastornos como tartamudez, alteraciones en la pronunciación de las palabras o, directamente, ausencia de lenguaje. “Estos problemas se registran fundamentalmente en chicos de entre 2 y 5 años, y de no ser tratados a tiempo, desarrollan cuadros más graves con dificultades en el aprendizaje escolar”, explica Silvia Jury, jefa del servicio de Fonoaudiología del Hospital de Niños “Sor María Ludovica”, de La Plata. Se registran casos en hogares de todos los niveles, aunque las consultas provenientes de familias de clase media son las que crecieron significativamente. “No tiene que ver con una cuestión socioeconómica sino con el grado de comunicación que existe en la familia, y en eso influye mucho el ritmo acelerado de la vida actual –apunta Juri–. Cada vez tenemos más casos de niños con problemas del habla porque pasan 4 o 5 horas por día frente al televisor.”
“Como en su gran mayoría los dibujos animados se traducen en México o España, los chicos terminan copiando los modismos y la tonalidad que utilizan en sus expresiones”, agrega la profesional del servicio donde 4.679 pacientes fueron atendidos en lo que va de 2008. “Los chicos vienen a la consulta hablando como Bart Simpson”, aporta Gabriela Di Pilla, fonoaudióloga del Hospital Noel Sbarra (ex Casa Cuna provincial). Un ejemplo es el caso de Felipe, un chico de 5 años que llegó al servicio en junio de este año. “No pronunciaba palabra, tenía desconexión total, no se relacionaba. Lo pusimos a jugar, le hablamos, y un día empezó a decir cosas”, recuerda Di Pilla. “Los padres les permiten pasar tantas horas con el televisor que terminan aislados del mundo y pierden la capacidad de comunicación. Son chicos que no actúan, no juegan y son poco expresivos”, añade la fonoaudióloga.
Los especialistas sostienen que al año y medio, el niño ya debe formular palabras y a los dos años empezar a construir oraciones simples: que esto no ocurra es motivo de consulta. Los trastornos del lenguaje que generan la mayor cantidad de consultas son:
* La tartamudez, que consiste en repeticiones al pronunciar una palabra. Por ejemplo, “pa-pa-pa” al decir “papa”.
* La dislalia, que son alteraciones en la pronunciación (los chicos que dicen “pego” por “perro” o “cacha” por “casa”).
* Ausencia total del lenguaje: niños que no dicen una sola palabra, pese a que están en edad biológica de hacerlo.
Otras veces, son los problemas auditivos los que generan retrasos en el desarrollo del habla. “Si los padres ven que el chico sube mucho el volumen del televisor, se acerca mucho al aparato o pregunta muchas veces “qué”, también es motivo de consulta”, sostiene Di Pillia. Y completa: “Si estas hipoacusias se mantienen, cuando el nene empiece a desarrollar el habla sufrirá retrasos en el aprendizaje porque se perdió de escuchar sonidos o ciertas letras menos audibles como la ch”. Desde hace dos años, funciona en este hospital provincial una cabina sonoamortiguada donde se realizan pruebas audiométricas para chicos más grandes.
El número de consultas creció sostenidamente. En 2006 se realizaron 112 estudios audiométricos; en todo 2007, 285; mientras en lo que va de 2008 ya se superó esa cifra. Para los especialistas, la causa principal de las dificultades del habla es la social, es decir, la que se produce en el seno de la propia familia. “Los padres tienen que dejar crecer a sus hijos, conversar y evitar que vean televisión durante horas y responder a sus preguntas”, finaliza Jury.
Fuente: clarin.com.ar
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