Persépolis: un fenómeno animado
Marjane Satrapi tiene hoy 38 años, y es considerada la primera historietista iraní. Persépolis, antes de convertirse en el filme animado de culto del último año en todo el mundo -premio incluido en Cannes-, fue un cómic exitoso, que se publicó en Francia y con el que fue premiada. Y su protagonista -de nombre Marjane, obviamente- es una niña iraní que vive un exilio forzoso, primero en Viena, luego en París, luego de ver (y sufrir) los cambios en su patria cuando cae el sha Pahlevi y asume el ayatollah Khomeini.
Marjane, como está planteada en el dibujo original y en su posterior traslado a la pantalla, es una suerte de Mafalda, que cuestiona todo desde su más lógico punto de vista, no sólo con las cuestiones de la cultura islámica."Mi posición no es sencilla, porque si bien estoy en contra de forzar a la gente a llevar el velo, igualmente estoy en contra de forzar a que no lo lleven. Hoy parece que todo se rige entre lo que está bien y lo que está mal, el blanco y el negro, y quienes intentan interceder en esto no la pasan bien... Los medios de comunicación quieren que me manifieste en contra del velo de las niñas en las escuelas francesas, pero para utilizarme. El nivel de los debates es bajísimo, y no quiero ser partícipe de ello", dijo en ocasión de presentar su película en el Festival de Cannes, hace casi un año.
Para hacer su opera prima, Marjane hizo los dibujos, "que fueron animados por un equipo de animadores y diseñadores. Mi idea era mantener lo más que se pudiera la monocromía moniocromo, el blanco y negro" y el filme fue codirigido por Vincent Paronnaud, un artista del cómic famoso por su humor macabro.
La versión que se estrenará mañana en nuestro país es la original, con las voces de Chiara Mastroianni como Marjane, su madre en la vida real Catherine Deneuve como la madre de Marjane. Satrapi recuerda que "una vez que los libros se publicaron en los Estados Unidos recibí ofertas para hacer la película, inclusive me propusieron un proyecto cinematográfico en el que Brad Pitt y Jennifer Lopez serían mis padres..", dice y pone cara de espanto.
"Persépolis tiene momentos de ensueño, que los dibujos ayudan a mantener con coherencia -decía-. El blanco y negro ayudó, porque el color me daba miedo: sentía que podía volverlo todo más vulgar. Cuando escribía los libros tuve que recordar 16 años de mi vida, con cosas que definitivamente quería olvidar. Fue un proceso doloroso, pero, sí, estoy contenta con el resultado", resumía la mujer de ojos grandes e ironía infinita.
Fuente: Revista Ñ
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